Despacho del Capitán y el Teniente del noveno escuadrón.

El día había llegado y la hora indicada estaba apunto de ser. El peliblanco se presento en el lugar unos diez minutos antes, de forma que ahora revisaría el lugar, para saber como seria el lugar donde se encontraría trabajando como secretario de un capitán. La hora llego y este paso, al lugar.

Un fino pasillo conducido por escaleras que daba lugar a un escritorio al final de las escaleras. Las paredes eran compuestas por madera, realmente de un material muy fino, el cual denotaba un tono cafe y negro, por todo el lugar.

Al llegar al final del corredor, encontro el despacho lleno de papeleo sin acabar, un boligrafo y una lampara encendida, pero sin presencia del capitán, algo raro, ya que si lo habian citado seria bueno que el lo recibiera, aun que en realidad eso no era de suma importancia. La bata del capitán estaba colgada en un perchero, del otro lado de la habitación, varias espadas que contenian información valiosa.

El chico se sentó e una silla junto al escritorio y espero la llegada del capitán.

El peliblanco se mantenía mirando el lugar, cuando un ruido extraño se escucho, en realidad era el deslizamiento de una puerta secreta, por donde salio el capitán quien, después de darle la bienvenida, se sentó y dio la insignia de fuku-taicho a eoyin, dando a entender que la tendría que portal, ademas de decirle por donde estaría su habitación y de mencionar que solo dormiría en las noches.

Me parece bien, aun que, ¿Cual es el trabajo de un teniente?, no tengo el conocimiento de esto- Dijo un poco apenado el peliblanco, pero lo que decía era completamente cierto, no sabia el verdadero deber de un teniente, y eso no era del todo bueno. Tomo la insignia y la coloco en uno de sus hombros. Miro de frente a su jefe y espero una respuesta de su anterior pregunta, ya que para comenzar a ejercer el trabajo de teniente necesitaba un pequeño resumen de lo que eso era.

El peliblanco miraba atento la explicación, y le gusto demasiado la misma, no solo era cuestión de ser mandado, si no que ahora era el segundo a cargo de la novena división, algo formidable para su primer día en ese lugar. Tras pensar un rato he imaginarse como serían las cosas desde entonces, este se puso de pie, y miro a Death lentamente.-Y cual sera mi primer encargo- Dijo con un tono un poco tranquilo y reconfortante, mientras tomaba unas cuantas hojas del escritorio y le daba unas hojeadas rápidas para saber en que andaba o cual era el trabajo de su capitán.

El peliblanco estaba muy emocionado y encantado con su nuevo cargo, ya ansiaba recibir la primer orden, y hacer el bien por un momento en ese lugar, para después viajar al mundo humano a defender el lugar de los tan temibles hollow y otras amenazas que invadían el lugar recientemente.